jueves, 19 de junio de 2014

NUEVA OLEADA DE CUENTOS


UNO DE LOS ÚLTIMOS TRABAJOS, DE LENGUA, QUE HEMOS REALIZADO HA SIDO ESCRIBIR UN CUENTO SOBRE EL COLEGIO
AQUÍ OS DEJAMOS EL PRIMERO QUE NOS HA LLEGADO. SI QUERÉIS LEER EL RESTO PODÉIS HACERLO EN LA PÁGINA DE ESTE BLOG  "HABÍA UNA VEZ..."

¡QUEREMOS ESCUELA!

Había una vez tres amigos Rick el loro que tenía unas plumas preciosas, Hippo el hipopótamo que tenía grandes dientes y Steven el tigre que tenía unas manchas negras preciosas.
Vivian en una selva con muchos árboles, muchos animales, muchas lianas y con muchas cosas divertidas.
Pero un día se enteraron que en la selva vecina había escuela y en la suya no, y ya sabían porqué, porque su emperador mono nunca había ido a la escuela y él no quería que los otros animales supieran más que él y por eso no había escuela, los tres amigos hablaron con todos los animales de la selva para que le pidieran al emperador que en la selva hubiese escuela.
El emperador puso cincuenta soldados en su puerta porque tenía mucho miedo, tenía tanto miedo que dormía debajo de su cama.
Los animales fueron con antorchas, lanzas y escudos y los cincuenta soldados se fueron corriendo, el rey cambió de escondite y se escondió en su sótano. Los tres amigos se quedaron en sus casas porque no querían destrozar el castillo y se quedaron jugando con sus muñecos de Star Wars y con sus naves. Mientras tanto los animales saltaban las murallas del castillo para atrapar al rey.
El rey estaba escondido debajo de una sábana asustado, los tres amigos se metieron en su escondite y les rogaron al emperador y rey que pusiese la escuela, pero el rey y emperador se negó y los tres amigos siguieron insistiendo y el rey al final de tanto insistir dio su brazo a torcer y finalmente puso la escuela.
Todos fueron a la escuela, Rick el loro se hizo médico; Hippo el hipopótamo se hizo astronauta; Steven se hizo futbolista y el rey también fue a la escuela para aprender todo lo que no había aprendido de pequeño y así saber gobernar su reino.
Al final de todo lo ocurrido todos fueron felices y aprendieron una valiosa lección y amor por el saber y el poder aprender cosas nuevas día a día.

              Y colorín, colorado, este cuento sobre la escuela ha acabado.


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